Interliteral con paseo literario

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Estar en Interliteral, Primer Encuentro de Literatura Digital, en Jaén los días 20 y 21 de Septiembre no sólo consistió en escuchar puntos de vista, sino fundamentalmente intercambiar experiencias y conocimientos para ayudarnos a clarificar qué es esto de la literatura digital, que no es lo mismo que literatura digitalizada aunque importante a efectos de difusión, y sí es o no literatura digital su hibridación con otras artes y en particular con la high tech. Entrar aquí es meterse en camisa de once varas si no se conocen las tendencias del arte contemporáneo y un error- que Internet da para todo- si lo que se transmite es literatura digital igual a animación u ocurrencia para video-juego.
Empecemos por el principio. La literatura digital es creación literaria en un medio que hay que explorar sin pasarse al extremo, cargando las tintas sobre la tecnología. En este ámbito todo está por hacer y hay que partir de esta premisa.
Pero no era esto de lo que quería escribir, ya que tiempo habrá para ello, sino contaros lo que fue este encuentro de creadores digitales, cada uno aportando en su campo fuera de creación, producción o difusión para poner en común ideas y percepciones de lo que hay en este momento en la red. Todo un acervo de donde partir para profundizar en temas como los derechos de autor en Internet, hacia dónde va la blogosfera literaria y cómo resolver el dilema de publicar en PDF o en papel o en CD-Rom.
La realidad indica que iniciativas como ésta deben crecer en línea y dar un paso en esa dirección es apuntar a las claves del momento actual mediatizado por la incertidumbre, y duda de qué hacer y qué esperar en el futuro.
Pero, en estos viajes literarios no hay que olvidar sus aspectos lúdicos tan enriquecedores como el Encuentro mismo. De éste, destacaría un paseo por el Jaén antiguo, el buen hacer de sus noches teatralizadas con sus inquietantes leyendas del” Padre Canillas”, el “ Lagarto de Jaén”, los baños árabes con “su danza del vientre”, único conjunto de la España Andalusí que conserva sus salas fría, templada y caliente y una reminiscencia a Úbeda- de otro viaje literario- donde reposan parte de los restos de San Juan de la Cruz con “un no sé qué”, del aquí no voy a hablar, pero de quién un día publicaré una imagen cuántica que completará el cuadro.